viernes, 13 de julio de 2012

TRAIL PEÑALARA 60K

5:30 am y suena el despertador. Me levanto aunque del nerviosismo parece que llevo despierto ya una hora, atento del despertador, medio inconsciente...

Todo está preparado y solo tengo que vestirme. El desayuno y para Navacerrada.

7 de la mañana y el autobus que nos lleva a Rascafría ya está listo. Los cálculos salen mal y me toca ir en el suelo, en las escaleras de la puerta trasera. No me importa y voy solo, concentrado, que en realidad lo prefiero.

Voy con al idea de hacer una carrera tranquila, siendo cauteloso y muy muy paciente...


Suena el pistoletazo de salida y la cuenta atrás. Enseguida me encuentro en la cabeza de carrera con 4 o 5 más que suben el ritmo y me obligan a dejarles seguir, suerte mía, en los primeros 3 kilómetros de carrera. Y suerte mia porque seguro que a su ritmo me hubiese retirado bien prontito.

En cuestión de 8 kilómetros continúo en la posición 10 aproximadamente y la mantengo hasta bien entrada la prueba. Primer control en El Reventón, un poco de agua y para arriba. Muy bien de fuerzas y de ánimo aprieto un poco hasta la cima del peñalara, con un tiempo aproximado de carrera de 2h40' y con 10km de bajada por delante.


Sin embargo la bajada fué más dura de lo que se preveía. La falta de agua la hizo dura y se escaparon un par de puestos. 18 kilómetros de carrera sin agua se hacen machacones con el sol castigador sobre las cabezas. Al final 3h49' hasta la granja, donde aparece el avituallamiento intermedio (km 28) y donde nos ofrecen una gran variedad de alimentos. Pero el estómago dice que no y cuando se cierra... es que no... asique dificil gestionar la situación...

Prosigo dejando atrás San Ildefonso y empieza la zona más llana de toda la carrera, una buena posibilidad para los más corredores, una difícil prueba para los que no lo somos...

Pero poco a poco, paso a paso, y ánimo trás ánimo en la cabeza el tiempo pasa, los metros se suceden unos tras otros y llega la boca del asno y con ella, mi familia y amigos de la familia apoyandome. Unos minutos de pausa, unas palabras, preguntas, respuestas, ánimos y me voy sin quedarme muy frío. La verdad que desde ese momento todo cambió. La mente se refuerza y las piernas hacen lo que esta diga...

Llega el kilómetro 42, con él avituallamiento donde entro el 17. ¡¡¡El17 en mi primera carrera!!! no me lo creo, estoy tan contento que el gran novato empieza a ser novato y arrogante... Agua e isotónico, t3-4 minutos, tiempo justo para reponer y salir en busca de los últimos 18 kilómetros (Ay Ay Ayyyyy).

He aquí la poca experiencia en estas pruebas que afronto con ganas e inconsciencia los dos kilómetros de ascenso a la fuenfría. Llego arriba, exhausto y las piernas no responden. Unos estiramientos, un rato andando y empiezo a trotar y andar mientras veo cómo aquellos que se han regulado mejor me van pasando.

El Schimdt se hace largo y la llegada al avituallamiento también. Por fin llego a él y bebo algo a la vez que trato de comer algo de plátano y naranja para afrontar la bajada. El estómago no me deja. Está completamente cerrado y ya las fuerzas flaquean. Me avisa que un trozo más de lo que sea y se dá la vuelta...

Salgo del avituallamiento muy tocado y lo hago andando. El ultimo ascenso lo hago completamente andando y la bajada hasta Navacerrada igual. No soy capaz de correr mucho más y me conformo con terminar.

Al final posición 27. Un puesto que me resulta excelente para ser la primera carrera que afronto.




Una maravilla poder estar todo el día en la montaña, poder disfrutad de la soledad, del tiempo para pensar, de los olores y sabores que la montaña deja en uno. De su inmensidad y su grandeza... de toda ella... de lo que te hace sufrir y lo que te ayuda a disfrutar, de sentir como se te pone la piel de gallina y estremece el cuerpo cuando los pensamientos positivos llegan, la mente se limpia de obligaciones y negatividades, y la montaña te muestra su cara más amable y deja en tí una sensación inexplicable...

Un reto que nos hace subir un escalón personal, que nos apoya en nuestros pensamientos que dicen "Sí puedo" y nos quita de la cabeza el "No puedo". Nos hace ser más. CRECER.


Gran experiencia y gran día. Habrá más, de una forma u otra pero habrá más...

- HAVE FUN -




3 comentarios:

  1. Grande Beto!, lo bueno de estas carreras es que nos enseñan y nos curten para otras, donde llegaremos más sabios. Enhorabuena!!

    ResponderEliminar
  2. Eres un fenómeno. Un poco más de experiencia y pronto estás entre los primeros. Me ha gustado el relato, especialmente y como leo en tooodos los blogs de ultrarunners, la agonía de los últimos kilómetros. Uf, tiene que ser tremendo.

    ResponderEliminar